Sancho Saldaña: 16
Capítulo XVI 16
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Sancho Saldaña
José de Espronceda
MENDO
¿Cómo te has de resistir?
BLANCA
Con firme valor.
MENDO
¿Quién vio
tanta dureza?
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
MENDO
¡O qué villanas crueldades!
¿Quién puede impedirme?...
GARCÍA
Yo.
ROJAS, G. García del Castañar.
Apenas habían retirado a Saldaña, cuando la celosa mora, pesarosa ya de lo que había hecho, lloraba y lamentaba por él con la misma ternura que si hubiese perdido el único bien de su corazón. Entró, pues, en su cuarto acongojada sobre manera y arrepentida, y sin poder sujetar sus lágrimas, llamó a su esclava que entró al momento a saber lo que tenía que mandarle.
-Corre -le dijo-, pregunta si ha vuelto en sí el señor de Cuéllar; vuela y vuelve al momento.
Partió la esclava al punto; Zoraida se sentó pensativa, clavó en el suelo sus hermosos ojos, derramó algunas lágrimas y prorrumpió por último hablando consigo...
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