Sancho Saldaña: 36

Capítulo XXXVI 36 Pág. 36 de 49 Sancho Saldaña José de Espronceda DON JUAN . . . . . . . . . . . . . Por estotra puerta te puedes ir . . . . . . . . . . . . . . . . . . AGUSTÍN MORETO, Trampa adelante. Luego que Esther o Zoraida fue declarada inocente, prorrumpió el pueblo en infinitos vivas y estrepitosas aclamaciones, dando el parabién por su victoria al guerrero que tan generosamente había tomado a su cargo salvar aquella mujer desvalida. Los que ocupaban los tejados de los conventos se desprendieron todos, a cuál más ligeros, con intención de verle de cerca, palparle si era posible, y satisfacer su curiosidad conociendo a tan intrépido caballero. Los que habían tomado puesto en el llano se empujaron y comprimieron para acercarse más al palenque, y en todas partes resonaban los aplausos, crecía el entusiasmo, los vivas, los bravos llenaban confusamente los aires y el espacioso Campo retemblaba sacudido con tanto estruendo. Los jueces y los...

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