Veinte años después: LXXVI. El vino de Oporto

15/10/2012 7.975 Palabras

Veinte años después: LXXVI. El vino de Oporto de Alejandro Dumas A los diez minutos dormían los amos; pero no sucedía lo mismo con los criados, aguijoneados por el hambre, y sobre todo por la sed. Preparábanse Blasois y Mosquetón a hacer su cama, que consistía en una tabla y en una maleta, mientras que sobre una mesa, colgada como la del aposento inmediato, se mecían a merced de las olas un pan, un cacharro con cerveza y tres vasos. –¡Maldito vaivén! –decía Blasois–. Creo que me voy a marear como a la venida. –¡Y no tener para resistir el mareo más que pan de cebada y vino de lúpulo! –¿Pues y la botella de mimbres, señor Mostón? –preguntó Blasois acabando de arreglar su cama y acercándose, no sin trabajo a la mesa, ante la cual permanecía ya sentado Mosquetón, y en cuya operación le imitó–. Y la botella de mimbres, ¿la habéis perdido? –No –dijo Mosquetón–, pero Parry se quedó con ella. Esos diablos de escoceses siempre tienen sed. Y...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info