X. El largo y cálido verano de 1963

Birmingham: el comienzo

Alabama fue, una vez más, el estado protagonista, la fuente de los acontecimientos. Esta vez, sin embargo, le tocó en suerte a Birmingham, la ciudad más importante, y no a Montgomery, la capital. Birmingham era una espléndida urbe de 400.000 habitantes —el 40 % de los cuales pertenecía a la raza negra— cuya nota más característica venía definida por un segregacionismo a ultranza. Luther King, de nuevo testigo de los sucesos, llegará a afirmar que se trataba de la ciudad más racista de todos los Estados Unidos. Y no le faltaba razón. Pero tampoco el racismo de Birmingham, apoyado en los delirantes discursos de Wallace, su gobernador, contaba con el nuevo negro.

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