XIV. Leonardo lega sus obras a Francia

LA vida de Leonardo da Vinci se extingue en Francia, después de tres años de agradable aislamiento, en que le acompañan el más fiel de sus discípulos, Francisco Melzi, y su criado Salaíno en su residencia de Cloux. En esos tres últimos años —de 1516 a 1519— realiza el artista numerosos estudios topográficos y deja a punto un proyecto de regadío del valle del Loira y otro destinado a hacer navegable la unión entre el Loira y el Sena. Poco después de su muerte, se iniciarán las obras. Se dedica a investigaciones de física y astronomía, contando con la ayuda de Francisco Melzi para la construcción de una serie de aparatos que no llegarán a ser terminados. Presintiendo que sus energías están llegando a su fin, no comienza nuevas pinturas, pero se dedica a perfeccionar sus telas más estimadas: la Gioconda y el San Juan Bautista. Según dice la leyenda «no podía separarse de ellas y soñaba cada día con un detalle para modificar o añadir». Aparte de las obras...

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